Una de cine: Celda 211
Monday, November 9th, 2009
Lo bueno. Una historia de buenos y malos, en una cárcel, donde un motín deja a un recién llegado funcionario de prisiones (Alberto Ammann) en medio del jaleo. Hábilmente se hace pasar por un preso y seduce a Malamadre, el líder del levantamiento, interpretado por un soberbio Luis Tosar. El guión tiene bastantes giros acertados y los diálogos hace que la historia fluya.
Fotograma de la película con Alberto Ammann y Luis Tosar.
Lo malo. Nadie se puede creer determinados momentos de la historia, en la que la situación se ve muy forzada para llevar al personaje de Ammann al extremo. Este responde muy bien con su interpretación. Por cierto, es un clon bien hecho (y mejorado) de Eduardo Noriega, otro guaperas del cine español. Algunos de los personajes de las cárceles son muy exagerados en su caracterización: no son solo malos, tienen defectos físicos exagerados, tatuajes por todas partes, extranjeros, minorías… lo que viene a ser un malo en el “ideario colectivo”.
Y puestos a apelar a la imagen de cliché, deja por el suelo a los maderos, a los funcionarios de prisiones, que reparten tortas a mansalva y a las cárceles como instrumento de inserción en la sociedad. Los amotinados parecen condenados a perpetuidad y a pudrirse en una celda oscura y húmeda. Flaco favor si el espectador no tiene en mente que es tan solo una película que exagera la realidad.
En resumen, una película entretenida, bien hecha, que no es una ‘españolada’, con momentos buenos, con algunos fallos si uno se pone rigorista, pero que se salva para ser vista.