Una segunda vuelta en Afganistán…no, gracias
Friday, August 14th, 2009
Un sondeo realizado por International Republican Institute (asociado al Partido Republicano), da la victoria abrumadora al actual presidente afganos, Hamid Karzai, con un 44 % de los votos, seis puntos por debajo del umbral que le garantiza la reelección en primera vuelta el 20 de agosto. Con esta panorama, la segunda vuelta sería frente a Abdullah Abdullah, ex ministro de asuntos exteriores. Y hay que darle emoción a unas elecciones; NYT: “La carrera electoral afgana se estrecha“.
Hay que preguntarse cómo se hace un sondeo en un país como Afganistán, sumido en décadas de guerra; el margen de error ha de suponerse mayor; añádase el factor de instituto asociado al Partido Republicano, y que cada uno saque sus conjeturas. El panorama que dibuja el sondeo no es alentador para la coalición que lidera EE UU: una segunda vuelta, tres semanas más tarde, exigiría redoblar los esfuerzos aparentes de seguridad durante la campaña. No nos extrañe que en poco tiempo, Karzai remonte en los sondeos, y se gane la reelección en la primera vuelta. Si los sondeos tienen un margen de error mayor, imagínense el recuento de votos.
NYT titula: Un tecnócrata que agita la campaña, perfil de Ashraf Ghani, que sería el candidato ideal para un lector del NYT (educado en EE UU, con estancias en el Banco Mundial…) Es como Obama pero en Afgano:
Using television and radio, Internet donations and student volunteers, as well as traditional networks like religious councils, he is seeking to reach out to young people, women and the poor, and do the unexpected: defeat President Hamid Karzai.
Reporteros y habitaciones de hoteles:
En una zona de conflicto, elegir bien el hotel es esencial: puede salvar la vida y hacer agradable el trabajo. La electricidad para el ordenador y los cargadores de las cámaras siempre son más importantes que el agua.
En Kabul, los periodistas extranjeros se han repartido en hoteles pequeños. Todos huyen de los grandes como el Intercontinental y el Serena porque existe la sensación de que los talibanes van a intentar algo sonado dentro de Kabul antes de las elecciones. Se suceden las bromas sobre la cercanía de las habitaciones a los muros exteriores y la exposición de su inquilino a un posible coche bomba. El humor negro es una forma de espantar los miedos y de pasar el rato. Aunque las nuevas guest house están haciendo su agosto, se mantienen en unos precios aceptables. No hay inflación de avaricia. Después lo compensan con algún exceso en el cobro de las cervezas turcas Effes Pilsen.
Continuar leyendo, Hoteles, Kapuscinski y la competencia, de Ramón Lobo desde Kabul