El presidente Zapatero en Turquía. Dos temas principales en la agenda: la lejana entrada de Turquía en la UE y el informe sobre la Alianza de civilizaciones.
España apoya la entrada de la UE, bloqueada por el conflicto con Chipre y por múltiples y necesarias exigencias en materia de democracia, Derechos Humanos y saneamiento económico. Lo de siempre: a Turquía se le exige más que al resto de países de la última ampliación. A diferencia de los recién llegados, decidida por los gobiernos europeos, la entrada de Turquía pasará por el filtro de las opiniones públicas, reacia y azuzada por muchos políticos – sobre todo franceses y alemanes.
La Alianza de civilizaciones sigue en marcha: cualquier cosa que se haga es una suma, más que una resta.
Israel y Palestina. Olmert, primer ministro de Israel, llega a Washington, tras el veto esperado de EE.UU a la resolución condenatoria de la masacre del miércoles. Un error de calculo derivado de una miopía crónica de EE.UU. Cuanto peor vayan las cosas entre Israel y Palestina, mayor será el catalizador del odio: en Palestina éste veto ha hecho que las milicias armadas declaren objetivos legítimos de su lucha armada a los intereses de EE.UU y sus ciudadanos. Un error de cálculo porque la respuesta está por llegar: “¿Veis como son la misma cosa que Al Qaeda?” No hay duda de que la victoria demócrata no supondrá unas lentes para curar esa miopía con respecto a Oriente Medio.
Un artículo en
NYT hace un repaso a las relaciones entre Israel y EE.UU. Seguirá sin haber críticas a Israel, haga lo que haga.
Artículo de David Grossman en El País.
Los sabios opinan sobre Irak. El
grupo de Estudios de Irak, también conocido como comisión Backer, se reúne hoy con el presidente Bush para darle soluciones al desaguisado de Irak. Con esta iniciativa, la administración Bush se quiere mostrar abierta a nuevas ideas. Se ha dicho que la comisión le va a
recomendar a Bush que dialogue con Irán y Siria. Pero su nuevo secretario de defensa, Robert Gates, miembro hasta su nombramiento de éste grupo de estudios, se ha mostrado contrario a cualquier diálogo con Irán. Por si acaso, lo mismo le recordará Olmert.
Por su parte,
los demócratas quieren una retirada temprana de Irak. Con una posición política predominante y en alza, no quieren que Irak sea una herencia para un futuro presidente demócrata. Además si han ganado en parte gracias a la guerra de Irak, lo lógico es que pongan en marcha acciones políticas concretas.
Afganistán, cinco años después. El 13 de noviembre de 2001, las tropas de la Alianza del Norte entraban en Kabul. En los telediarios los afganos desfilaban por barberías improvisadas a pie de calle para perfilarse la barba tan característica de los talibanes. Los medios occidentales mostraban los pasos que se estaban dando, con la apertura de salas de cine, la reapertura de la televisión afgana con una mujer presentando los telediarios. Los medios se fueron, las tropas se quedaron, y el estado que nunca fue sigue sin serlo. Afganistán está en manos de señores de la guerra,
talibanes y las tropas de la OTAN combaten, y
el cultivo y comercio del opio crece y escapa al control de la ONU.