Guerra y Paz

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Moeh Atitar de la Fuente

Periodista, fotógrafo y blogger. Más sobre el autor.

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El síndrome del stress político

Moeh Atitar de la Fuente - Friday 7 de April de 2006

En Tailandia llevan unos meses con la vida política ajetreada. Me hubiera pasado desapercibida la situación de no ser por mi amigo Carlos, pendiente de las noticias de éste país. A mi me ha parecido cuanto menos curioso lo que ha sucedido entorno a esa crisis.
El primer ministro hasta el 5 de abril, Thaksin Shinawatra, se granjeó el apodo de “Burlusconi asiático”, por su control de los medios de comunicación privada. También comparte con Berlusca el montar un partido a la carta, de corte populista y mal alejado de los partidos políticos al uso. Estos nuevos partidos son un fenómeno basados en el control de los medios de comunicación y en adaptar el discurso político a los estereotipos que la gente reclama (tendencia dominante) y que se detecta mediante encuestas continuas. Detectados esos estereotipos, los medios que controla el líder refuerzan la simbología política. El paso siguiente es, de nuevo mediante los medios de comunicación propios, identificar al líder con toda esa simbología. Funciona para ganar elecciones, pero acaba viniéndose abajo, sin solución de continuidad: una perdida del poder de estos partidos hacen, sospecho, muy difícil su recuperación y renovación. Porque solo responde a sus grandes intereses económicos
Al igual que Berlusconi, Thaksin ha sido acusado de corrupción y de eludir el pago de impuestos por la venta de acciones de su conglomerado Shin Coorporation/ wikienlace

El primer ministro,Thaksin Shinawatra, en plena foto oportuna.

El Síndrome del stress político. La oposición lleva movilizada los últimos meses. El pasado 2 de abril se celebraron elecciones, a las que no se presentaron ningún partido de la oposición; se exigía, por las leyes electorales, una gran concurrencia de partidos y una alta participación. Ni una ni otra se dieron. Thaskin, sin oposición, solo logró la pírrica victoria del 50 % de los votos.
Esta situación inédita hizo dimitir al Premier tailandés, tras hablar con el Monarca, en un país donde el rey reina pero no gobierno, añadiendo que sus deseos son casi órdenes. No se llevaban muy bien. Recordar que hace un año, Thaksin se lanzó a sofocar un levantamiento en la zona del sur del país, de mayoría musulmuna, que protestaba por el integrismo budista del Premier, al tiempo que se alentaba un movimiento de independencia.
La movilización de gran parte de la población, han hecho que los facultativos tailandeses hablen de Síndrome del Stress Político. Los síntomas son: “dolor de cabeza, insomnio, además de enfado y tristeza”. Un país de gente tranquila que no están acostumbrados a estos vaivenes políticos, y que viven ajenos a cualquier convulsión, dicen quienes los han visitado. La tranquilidad cotidiana se ha visto alternada por la ebullición política. ¿Se imaginan tener dolor de cabeza, insomnio, cabreo y tristeza por la situación política en España? Alguno habrá, pero desde luego no alcanza a un cuarto de la población, tal y cómo sucede en Tailandia.
La situación ha afectado a toda la población. Por supuesto, no han faltado ni los móviles ni Internet como herramienta de movilización. En una crónica publicada el 18 de marzo en International Herald Tribune, se puede leer:

Tal vez la declaración más sucinta vino de un grupo de trabajadores del sexo que asistían a la protesta. Portaban una pancarta que decía: “Vendemos nuestro cuerpo, no vendemos nuestro país”.