Marruecos: deseos y realidad
Saturday, February 19th, 2011
Mañana hay convocadas a lo ancho y largo de Marruecos manifestaciones, dentro del contexto de agitación social que viven todos los países árabes. No hay ninguno que se libre, con distinta intensidad, con distinta deriva y con distinta perspectiva de salida.
“¿Qué va a pasar el día 20 en Marruecos?” es una pregunta que me plantean últimamente amigos y compañeros de profesión. Mi respuesta ha sido siempre la misma: “No lo sé”.
Confundimos en muchas ocasiones los deseos con las realidades. Yo deseo que mañana las manifestaciones sean pacíficas, que la policía no le parta la cara a nadie, que los manifestantes actúen con responsabilidad, que el Gobierno deje expresar a un movimiento nacido de la juventud, y cuyas reivindicaciones no son nada disparatadas: ¿quién puede estar en contra de que se acabe con la corrupción extendida a toda la escala de la sociedad?¿quién puede estar en contra de reivindicar un trabajo digno, una sanidad pública y sin el pago de sobornos?¿quién puede estar en contra del respeto de los Derechos Humanos, de una mayor democratización?¿quién puede estar en contra de exigirle a una clase política que espabile, que se sacuda su conformismo y que represente realmente al pueblo?
Hay quien está en contra. Si hay una movilización a favor de las protestas, hay también una movilización y agitación (quién sabe si en menor o mayor grado) en la que se desacredita estas manifestaciones asegurando que están urdidas por Argelia, por el Polisario, que van en contra de la Monarquía arraigada en el país y que van en contra de la territorialidad. Los convocantes saben que hay líneas rojas que no se pueden traspasar, que no son las demandas del pueblo, y que desde luego no están en el ánimo ni en el conjunto de las protestas.
Mi deseo también es que la clase política, las instituciones, respondan con sensatez a estas demandas nada disparatadas. Creo que Marruecos está en una situación privilegiada, que le queda mucho más margen de maniobra que cualquiera de los otros países árabes que estos días asisten a protestas de sus ciudadanos.
Lo que muchos ven hoy como una amenaza, espero se convierta mañana en una oportunidad para todos. Que sea esta la realidad final.