Modelos
Thursday, January 14th, 2010
Hace unos meses la revista alemana Brigitte anunciaba que en sus páginas las modelos profesionales iban a ser sustituidas por “mujeres normales”. Brigitte ha publicado las primeras fotografías de las preseleccionadas. Ahora el público, a través de su web, decide cuál va a ser la mujer elegida.La revista V-Magazine dedica este mes su número a modelos de tallas grandes. En su característica portada (mujer atractiva impresa a sangre) aparece la actriz Gabourney Sidibe, protagonista de la película ‘Precious‘.
En el interior del número han participado modistas como Karl Lagerfeld (que se ha debido de olvidar de aquello que dijo sobre las “modelos gordas”) , o fotógrafos como Terry Richardson, autor del último calendario Pirelli. Esta fotogalería ilustra el número. También ha cogido a una modelo y la han engordado o adelgazado (digitalmente, supongo) para vestirla con dos tallas distintas:
Leía hace unos días un ensayo incluido en Modos de Ver, de John Berger, sobre cómo se representaba a las mujeres:
“Todo lo anterior puede resumirse diciendo: los hombres actúan y las mujeres aparecen. Los hombres miran a las mujeres. Las mujeres se contemplan a sí mismas mientras son miradas. Esto determina no sólo la mayoría de las relaciones entre hombres y mujeres sino también la relación de las mukeres consigo mismas. El supervisor que lleva la mujer dentro de sí es masculino: la supervisada es femenina. De este modo se convierte a sí misma en un objeto, y particularmente en un objeto visual, en una visión”.
Me pareció, de entrada, una afirmación un tanto desfasada (los ensayos de Berger derivan de una serie de la BBC realizada en los años 70), pero luego llegas a la representación de la mujer en la actualidad, y lo único que cambia es que puede tener un poco más o menos de grasa, o haber dado más o menos clase de modelaje, o haber sacrificado el retoque digital (no es el caso de las fotos de V-Magazine, que están bastante retocadas sobre todo en las pieles). El discurso sigue perteneciendo al mismo patrón: “Aquí estoy para que tú, espectador, creas que estoy a tu plena disposición”, como resumiría Berger.