Dimitir por deber
Moeh Atitar de la Fuente - Sunday 8 de February de 2009
El pasado 27 de octubre, el general español Díaz de Villegas, dimitía de su puesto como jefe de los 17.000 cascos azules en la Misión de Naciones Unidas para la República Democrática de Congo (MONUC), la mayor operación en curso de la ONU. Solo estuvo siete semanas al mando. La decisión llegó tan solo 24 horas antes de que el líder rebelde NKunda lanzara una ofensiva que forzó el éxodo de más de 250.000 personas. A su vuelta a España, perdió su tercera estrella de general, y pasó a la reserva, poniendo fin a su carrrera.
Las razones de la dimisión del general Villegas se habían quedado en el mero oficialismo que despachó el tema como “motivos personales”. Hoy El País publica el informe que el general Villegas entregó a la ONU el pasado 15 de enero, con sus motivos, que son todo menos personales.
La ONU no queda muy bien parada: según el general Villagas, los responsables políticos de la MONUC (sin contar con Villegas) urdieron junto al Gobierno de Kabila un plan de separación para imponer una zona dismilitarizada entre el ejército gubernamental y el grupo rebelde de NKunda. Según este plan, los cascos azules se encargarían de imponer el plan a los rebeldes en una ofensiva. Pero los cascos azules no tenían “ni mandato ni capacidad” (falda de material básico, como aparatso de visión nocturna, armas pesadas, helicópteros, material médico e incluso munición) . “Sentí que era mi deber dimitir del mando para llamar la atención y no asumir la responsabilidad de las potenciales consecuencias [de aplicar el Plan de Separación]”, asegura en el informe el general español.