Rumsfeld se fue
Moeh Atitar de la Fuente - Thursday 9 de November de 2006
La guerra de Irak marcó las elecciones en EE.UU. La guerra marca la primera decisión de la administración Bush tras la estrepitosa derrota: Rumsfeld presentó su dimisión al frente del Pentágono. Ya se barruntaba este cambio desde el lunes, cuando publicaciones cercanas al poder militar pidieron su cabeza.
El recambio ya estaba pensado: Le sustituirá Robert Gates, ex director de la CIA entre 1991 y 1993. El nuevo secretario de defensa es un hombre de Bush padre, ocupando hasta ayer el puesto de Decano de la Escuela George Bush de Gobierno y Servicio Público. Gates es el ejemplo de espía dedicado toda su vida a la Guerra Fría, y que supo reconducir su carrera una vez desmoronada la URSS.
Como nuevo jefe del Pentágono tendrá que hacer frente al continuo desaguisado de la guerra de Irak. No ha sido ajeno a la realidad que asola Irak, ya que ha formado parte de una comisión bipartidista de seguimiento. Además estuvo al frente de la CIA desde noviembre de 1991 hasta 1993, recién terminada la guerra del Golfo. Era la segunda vez que se postulaba al puesto. En 1987 fue rechazado por su vinculación al escándalo Iran Gate. Tuvo más suerte en 1991, obteniendo la nominación en un Senado dominado por los demócratas.
Parece que los neocon pasan a un segundo plano en los últimos dos años de la administración Bush, quizá ya más preocupado por salir de la presidencia con mejor imagen y mejor huella de la que tiene ahora. Lo tiene francamente difícil.
¿Qué supondrá la llegada de Gates al frente del Pentágono? ¿Se establecerá un plan para salir de Irak más pronto que tarde o esta será la herencia que le dejará la próximo presidente de los EE.UU? Gates también lo tendrá francamente dificil.
Como nuevo jefe del Pentágono tendrá que hacer frente al continuo desaguisado de la guerra de Irak. No ha sido ajeno a la realidad que asola Irak, ya que ha formado parte de una comisión bipartidista de seguimiento. Además estuvo al frente de la CIA desde noviembre de 1991 hasta 1993, recién terminada la guerra del Golfo. Era la segunda vez que se postulaba al puesto. En 1987 fue rechazado por su vinculación al escándalo Iran Gate. Tuvo más suerte en 1991, obteniendo la nominación en un Senado dominado por los demócratas.
Parece que los neocon pasan a un segundo plano en los últimos dos años de la administración Bush, quizá ya más preocupado por salir de la presidencia con mejor imagen y mejor huella de la que tiene ahora. Lo tiene francamente difícil.
¿Qué supondrá la llegada de Gates al frente del Pentágono? ¿Se establecerá un plan para salir de Irak más pronto que tarde o esta será la herencia que le dejará la próximo presidente de los EE.UU? Gates también lo tendrá francamente dificil.