Como en un experimento
Sunday, January 15th, 2006
La situación de Oriente Medio se asemeja a la de un experimento, donde el científico intenta poner al límite todos los elementos que concurren en un experimento. Parece como si un científico loco reinara sobre Oriente Medio. Las cosas no pueden ir a peor, pero siempre la situación se supera.
Es difícil ver a dónde se dirige toda la región.
La salida de Sharon de la política, produce gran inestabilidad. Esa inestabilidad no viene del no-hecho de que el primer ministro se haya convertido en una paloma de la paz. La inestabilidad puede venir de su sustituto (sea cual sea quien gane las elecciones), que puede sacar pecho ante cualquier situación que tenga lugar en la región.
No podemos obviar que el próximo 25 de enero los palestinos están llamados a las urnas para elegir a sus parlamentarios. Hamas se presenta por primera vez a estas elecciones. Los resultados que cosecha en las municipales, donde si se presenta, puede hacer tambalear los cimientos de Al Fatah, desgastado por divisiones internas y la situación caótica de la franja de Gaza.
La posible victoria de Hamas, pone en un aprieto a la Unión Europea, que lidera y patrocina un proceso político en Palestina que puede derivar en una victoria de un grupo que la propia Unión tiene catalogada como terrorista. La solución la extraigo una información firmada por Joaquin Luna publicado en La Vanguardia de ayer:
Es difícil ver a dónde se dirige toda la región.
La salida de Sharon de la política, produce gran inestabilidad. Esa inestabilidad no viene del no-hecho de que el primer ministro se haya convertido en una paloma de la paz. La inestabilidad puede venir de su sustituto (sea cual sea quien gane las elecciones), que puede sacar pecho ante cualquier situación que tenga lugar en la región.
No podemos obviar que el próximo 25 de enero los palestinos están llamados a las urnas para elegir a sus parlamentarios. Hamas se presenta por primera vez a estas elecciones. Los resultados que cosecha en las municipales, donde si se presenta, puede hacer tambalear los cimientos de Al Fatah, desgastado por divisiones internas y la situación caótica de la franja de Gaza.
La posible victoria de Hamas, pone en un aprieto a la Unión Europea, que lidera y patrocina un proceso político en Palestina que puede derivar en una victoria de un grupo que la propia Unión tiene catalogada como terrorista. La solución la extraigo una información firmada por Joaquin Luna publicado en La Vanguardia de ayer:
“España aceptará el resultado electoral de las elecciones legislativas palestinas del 25 de enero aunque gane la lista de Hamas, un grupo catalogado como terrorista por la Unión Europea, según transmitió a la Autoridad Nacional Palestina el jefe de la diplomacia española, Miguel Ángel Moratinos, ayer en Ramallah. La línea roja infranqueable es que la hipotética victoria no suponga la entrada de militantes de Hamas en el ejecutivo palestino que preside Mahmud Abbas, elegido en los comicios de hace un año.
Esta fórmula permite sortear la contradicción de que España y otros países europeos sigan engrasando un proceso político en Palestina bajo influencia de un grupo etiquetado de terrorista. Moratinos dejó, no obstante, una puerta de salida sobre el mantenimiento de la ayuda económica: “Después de los resultados, ya veremos”.”Vamos a aceptar los resultados de estas elecciones (aun si gana Hamas). El hipotético gobierno futuro de Palestina es otra cosa. No hay contactos entre Hamas y la UE.”
A todo ello hay que añadir la postura de Israel que estudia prohibir la votación de los palestinos en Jersulén oriental.
Pero quien ha echado el mayor órdago en toda la región ha sido Irán. Las declaraciones casi diarias de la clase dirigente iraní son un desafío a toda la comunidad internacional, especialmente a Alemania, Reino Unido y Francia, que en nombre de la UE han negociado con el país persa el desarrollo de su programa nuclear.
Al tiempo que Irán desafía con su programa nuclear, el presidente Ahmadineyad lleva amenazando a Israel desde que tomó posesión en su cargo.
Estos dos elementos, el del programa nuclear sumado a las amenazas directas contra Israel, pone en el punto de mira a Irán. La llegada de un nuevo premier israelí puede fácilmente llevar a un bombardeo de la central nuclear, tal como hiciera tiempo atrás Israel en Irak.
Pero la situación es distinta, puesto que la ocupación de Irak (en terminología ONU), ha hecho que Irán, paradójicamente, tenga mayor poder en la región. Con una comunidad chiíta mayoritaria en ambos países, el proceso de identificación es fácil. La mano de Teherán sobre Irak no está de momento siendo tan obvia, pero cabe recordar que muchos de los ayatolá iraquíes vivieron exiliados en Irán durante el régimen de Sadam Husseín.
La oferta de Rusia de enriquecer el uranio en su territorio y luego trasladarlo a Irán puede ser un buen parche para la situación. Rusia y China se han mostrado contrarias a sancionar desde el Consejo de Seguridad.
Es necesario que toda la presión diplomática caiga sobre Teherán; pero ésta presión es difícil, ya que Irán sabe que las amenazas caen en saco roto: un embargo sobre Irán dispararía (aún más) los precios del petróleo, algo que la economía mundial no se puede permitir.
A todo ello hay que añadir la postura de Israel que estudia prohibir la votación de los palestinos en Jersulén oriental.
Pero quien ha echado el mayor órdago en toda la región ha sido Irán. Las declaraciones casi diarias de la clase dirigente iraní son un desafío a toda la comunidad internacional, especialmente a Alemania, Reino Unido y Francia, que en nombre de la UE han negociado con el país persa el desarrollo de su programa nuclear.
Al tiempo que Irán desafía con su programa nuclear, el presidente Ahmadineyad lleva amenazando a Israel desde que tomó posesión en su cargo.
Estos dos elementos, el del programa nuclear sumado a las amenazas directas contra Israel, pone en el punto de mira a Irán. La llegada de un nuevo premier israelí puede fácilmente llevar a un bombardeo de la central nuclear, tal como hiciera tiempo atrás Israel en Irak.
Pero la situación es distinta, puesto que la ocupación de Irak (en terminología ONU), ha hecho que Irán, paradójicamente, tenga mayor poder en la región. Con una comunidad chiíta mayoritaria en ambos países, el proceso de identificación es fácil. La mano de Teherán sobre Irak no está de momento siendo tan obvia, pero cabe recordar que muchos de los ayatolá iraquíes vivieron exiliados en Irán durante el régimen de Sadam Husseín.
La oferta de Rusia de enriquecer el uranio en su territorio y luego trasladarlo a Irán puede ser un buen parche para la situación. Rusia y China se han mostrado contrarias a sancionar desde el Consejo de Seguridad.
Es necesario que toda la presión diplomática caiga sobre Teherán; pero ésta presión es difícil, ya que Irán sabe que las amenazas caen en saco roto: un embargo sobre Irán dispararía (aún más) los precios del petróleo, algo que la economía mundial no se puede permitir.
¿Con qué nos sorprenderá (de nuevo) el científico loco?